Cinco secretos de la gente con suerte

 Los “suertudos” tienen la reputación de estar en el lugar correcto, en el momento adecuado. Al parecer, tienen algo especial que les hace afortunados. Pero la buena noticia es que cualquiera puede atraer la suerte. ¿Cómo? Siguiendo lo que la gente con suerte suele hacer.

Una de las claves consiste en posicionarse para poder encontrarla . Es así de sencillo, pero no siempre es fácil. ¿Por qué? Debido a que todavía tienen que aplicar los siguientes principios, que requiere una acción.

1. Ellos creen que son gente con suerte. Esto significa que son optimistas,  pero no dependen sólo de la suerte. Tienen la extraña habilidad de tomar ventaja de oportunidades, ya sean grandes o pequeñas. Tiene que tener la pasión, y esperar para alcanzarlas. Cuando espera para alcanzar sus metas, usted tendrá el estado de alerta para reconocer y actuar en los golpes de suerte.

2. Tienen la capacidad para actuar rápidamente y sin temores. La gente afortunada no teme al fracaso. Tiene una tolerancia para el riesgo que la mayoría de la gente no tiene. Pero uno de sus secretos es que toman riesgos calculados. Ellos tienen la capacidad de calcular con precisión la relación entre riesgo y recompensa, mejor que la persona promedio, en lo que respecta a sus objetivos.

3. Ejercitan la suerte como si fueran músculos. Hago un llamado a este ejercicio. ¿Por qué? Porque cuanto más se aplica la expectativa de sus objetivos, más fácil se vuelve a hacer, al igual que cualquier ejercicio.

4. Tienen una actitud de agradecimiento y aprecio. Sea cual sea la situación en la que se encuentran, siempre están agradecidos, agradecidos y agradecidos. Esto no siempre es fácil de hacer, pero las recompensas son notables y a largo plazo. Una forma simple, pero de gran 

alcance para beneficiarse de este principio, es hacer un recuento de su lista de bendiciones.

5.Ellos prestan atención a sus corazonadas Este es uno de los rasgos fundamentales que ayudan a atraer la buena suerte. Tener un generador de corazonadas bien desarrollado, por así decirlo. No se sienta obligado a tener lo que se llama una corazonada, pero cuando venga, préstele atención. No obstante, la práctica le enseñará cúando debe seguir una corazonada y cuándo no.

En conclusión, la suerte se puede construir, definitivamente.

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